Mudarse es una tarea difícil. Es cansado, angustioso e incluso desesperante. Y por parte de las cajas y los objetos, también. Es por ello que os traemos esta guía, para hacer tu mudanza un poco más sencilla, limpia y organizada.
Antes de marcharte de lo que ahora será tu antigua casa, debes de poner todos los papeles y contratos al día. Ponte en contacto con tus servicios de luz, agua y teléfono para darte de baja o para trasladar el contrato a la nueva casa. Avisa a bancos, seguros, y demás servicios de la nueva dirección de tu casa para que te lleguen todas las notificaciones puntuales.
Además, en el caso de que tu calle tenga mala accesibilidad, podrás facilitar la logística solicitando una orden de mudanza.
Este es el momento de ser organizado. Haz listas con todo lo que tienes que llevarte y de dónde guardas cada cosa. Así, al llegar a tu nuevo hogar sabrás dónde encontrarlas. Empaqueta todas las cajas con un buen embalaje y apunta con un rotulador qué hay en cada caja, esto facilitará aún más el proceso de redistribución de objetos.
Por último, un consejo. Si contratas a un proveedor de mudanzas, haz fotos de todo para tener pruebas en caso de que algo llegue con algún desperfecto y puedas reclamar.
Este paso lo puedes hacer tú mismo o contratar ayuda. Las ventajas de hacerlo tú solo es que controlas todo, desde todos los bártulos hasta los tiempos.
Sin embargo, se necesita un transporte grande y muchas veces no se dispone de él. Es por ello que existen las empresas de mudanza. Si te decantas por contratar a una, escoge la que más se adapte a tus necesidades y presupuesto.
Ya en tu nuevo hogar, llega el momento de ordenar y distribuir todo. Primero, revisa las listas que hiciste previamente y las fotos. Asegúrate de que esté todo en las condiciones en las que salieron de tu antigua casa. Después, monta los muebles que hayas tenido que desmontar.
El último consejo que te damos es que aproveches este paso para limpiar y deshacerte de de todo lo que no necesitas. Véndelo o dónalo.